Me dio mucho trabajo, ya que tiene bastantes piezas y los ojos van pintados con pintura especial para telas. Casi todo está cosido, excepto el pelo que es de rafia, y también los bigotes que van pegados con pistola de silicona. Es bastante grande, y es más para poner de adorno que para jugar.
Espero que todavía lo conserve. Desde aquí te mandó un beso.
Como veis, sostiene una zanahoria y lleva su pañuelo al cuello. Tiene un peto vaquero y calcetines blancos.
Como con los otros muñecos, disfruté haciéndolo y más la cara que puso A. cuando lo vio. Le encantó el regalo para su niño.
Hasta otra entrada.
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